viernes, 22 de julio de 2016

Entonces, ¿que fue lo que falló?

No había querido expresan públicamente mi opinión sobre los resultados de Unidos Podemos de las pasadas elecciones hasta no haberlo discutido en mi Asamblea.  Ese proceso ya se ha realizado y quiero expresar cual fue mi posición en ella.

Yo no comparto esa autocomplacencia, que parece que ha impregnado a muchos de los líderes de Unidos Podemos. Opino que en este proceso ha faltado un poco de autocritica con los resultados y la campaña realizada. Desde la clase dirigentes se nos presenta como un éxito y de manera premeditadamente falsa el "haber conseguido en dos años 71 diputados". Para mi la realidad en bien distinta, se han perdido 1.062.729 votos. Y además no se han conseguir ninguno de los objetivos electorales, realizar el "sorpasso" al PSOE y gobernar. Sobre esto es sobre lo que se debe reflexionar para conseguir corregir estos agridulces resultados.

Ahora todo son justificaciones, porque parece que conseguir 71 diputados y 23 senadores y cinco millones de votantes en solo dos años es un éxito. Y la culpa del fiasco ha sido del miedo de los votantes. Quien no se consuela es porque no quiere. Si ha habido votantes que se han ido a la abstención o a otras formaciones políticas, habrá que preguntarse porque no se ha combatido con eficacia esa política del miedo que se ha practicado durante la campaña electoral, sobre todo por parte del Partido Popular. Y posiblemente estos resultados no sean un desastre electoral, pero no podemos olvidar los resultados del 20D y las expectativas creadas.  Alguien debería responder de no haber hecho lo suficiente para evitar las elecciones pasadas, porque pensaba que se iba a asaltar el cielo y podría llegar a la Moncloa.

Para mi ha habidos dos errores de bulto en este proceso electoral, la precipitación de la creación de Unidos Podemos y la campaña electoral. El proceso de convergencia, con el que estoy de acuerdo, no ha tenido la mas mínima discusión entre las bases de las organizaciones y era razonable que iba a encontrar rechazo entre parte de las dos organizaciones más importantes que lo potenciaron, Izquierda Unida y Podemos. No ha habido tiempo para digerir un acuerdo que una parte de la militancia y los votantes de IU veían como una excesiva cesión en cuanto a la visibilidad y representatividad de IU en Unidos Podemos. Por otro lado una parte importante del electorado de Podemos, el más conservador, veía con recelo la posibilidad de un giro a la izquierda de la coalición, por la presencia en ella de IU. Mucho me temo que gran parte de esos electores se haya quedado en su casa o se hayan vuelto a sus orígenes.

Con respecto a la campaña electoral, se ha hecho la campaña que le interesaba al Partido Popular. Esto es, una campaña electoral plana, donde no se ha discutido de propuestas, ni de la mala gestión del Partido Popular, ni de su corrupcion política. Solo se ha hablado del "sorpasso" y del ofrecimiento al PSOE de un gobierno de coalición. Los problemas de la ciudadanía parece ser que no importaban. El cada vez menos carismático líder de Podemos se ha pasado la campaña de vaivén en vaivén. Un día se declaraba comunista y al siguiente defensor de la socialdemocracia. Entre medias resaltaba su admiración por Zapatero y reconociendo que era casi su asesor de cabecera. Y claro si con tanto énfasis se reivindica la socialdemocracia habrá habido muchos que se habrán decidido por la original y no por la copia.

No se puede llevar la transversalidad al extremo que muchos lideres de Podemos la han llevado. Es muy difícil conciliar los intereses de tirios y troyanos, porque cabe la posibilidad de que al final no se contente ni a unos ni a otros. Ha fallado esa teoría de los de arriba y lo de abajo. Porque al final muchos, muchísimos, de los de abajo han votado a la derecha. Han preferido seguir siendo cómplices de la corrupcion y permitir que les sigan pisando el cuello. Han optado por la opción ideología, por la confrontación izquierda/derecha. Y si a todo esto le añadimos las salidas de tonos de algunos dirigentes de Podemos, como Monedero, amenazando con tener preparada la Guardia Civil y la judicatura para meter en la cárcel a los corruptos del PP, pues tendremos cerrado el circulo de la decepción, por no llamarlo fracaso de Unidos Podemos.

Yo sigo creyendo en que es necesario una alternativa de izquierda progresista, pero hay que hacerla desde distintas bases que sobre las que se ha creado Unidos Podemos. Con unos lideres que estén de verdad conectados con sus bases y expresen el sentimiento y pensamiento de ellas. Y habrá que hacer un proceso desde abajo, sin precipitación, con amplio debate para que todos entendamos la utilidad de ese nuevo proyecto político y nos sintamos representado en él y sobre todo asegurando la visibilidad y representatividad de todos los actores de ese proceso. Si no es así estaremos de nuevo condenados a otra frustración.

Salud, República y Socialismo.

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