martes, 22 de marzo de 2016

De nuevo la barbarie

Hoy, de nuevo, la barbarie, la sin razón, el odio religioso se ha cobrado su cuota de sangre. Hoy todos volvemos a ser Bruselas como ayer fuimos París, Londres, Nueva York o Madrid.

El islamismo fanático ha vuelto hacer lo que parece que es lo único que sabe hacer, matar indiscriminadamente y de manera cobarde a victimas inocentes que estaban en el lugar y a la hora  inadecuada. Más de treinta muertos y cientos de heridos es el balance  de lo que parecer ser simplemente una venganza por la detención de Abdeslam, uno de lo responsables de la masacre de la sala Bataclan de París.

No hay nada que pueda servir de justificación a esta nueva masacre, como tampoco lo había en las anteriores, solo la intransigencia y fanatismo religioso de unos descerebrados pueden dar justificación a estos terribles hechos. Porque da igual que se sea infiel, basta son ser diferente para estar en el punto de mira de estos asesinos. Donde el estado islámico pone sus pies, todo aquel que no piensa igual que ellos es candidato a ser asesinado. Las mujeres porque son seres inferiores a las que se las viola o  se las vende como esclavas sexuales y después se las asesina, a los cristianos por ser infieles, a los musulmanes que no se convierten a su secta; todos son sospechosos y candidatos para ser pasados por las armas.

Y por supuesto la sociedad occidental porque no comparte sus retrógrados valores. Hacer del mundo una sociedad medieval, por las buenas o por las malas, es su objetivo. Pero no lo conseguirán. Porque los valores de la libertad, la tolerancia, el respecto a a lo derechos humanos y la convivencia pacifica están por encima de la oscuridad de su fanatismo religioso. Y porque son más los musulmanes que entienden su religión como un aspecto privado de su vida.

Hoy es un día triste porque la barbarie islamista ha vuelto a matar. Hoy hay que solidarizarse con la victimas y sus familias y con la sociedad belga. Pero mañana habrá que exigir a los dirigentes políticos occidentales una respuesta a esta barbarie. Una respuesta que debe venir de la integración y de la eliminación de las desigualdades sociales, pero también de la acción policial, de la mejora de los servicios de inteligencia, que parece que en esta ocasión no han estado demasiados finos, y también de perseguir a estos asesinos allí donde se encuentren. Y sobre todo pasa por eliminar la hipocresía de los gobiernos occidentales que continúan manteniendo relaciones y vendiendo armas a los países que financian el fanatismo islámico, que financia a los terroristas del estado islámico. Porque de no hacerlo los terroristas seguirán teniendo medios para matar y estos gobiernos hipócritas seguirán siendo cómplices de estas masacres.

No se puede mirar hacia otro lado cuando se sabe perfectamente como se financian estos grupos y quienes son los países que los financian. Países de mayorías chiitas que financian a terroristas chiitas para que asesinen a sunnitas y viceversa. Y las locuras de unos y otros que llaman a la guerra santa contra el infiel, contra el diferente. La inacción ante la barbarie nazi llevó al mundo a la II Guerra Mundial. Esperemos que nuestros gobernantes no vuelvan a cometer el mismo error.

Salud, República y Socialismo.

1 comentario:

METAL dijo...

hoy de nuevo la barbarie, si, la que lleva todos los días instalada en las guerras capitalistas en oriente medio.
Saludos.

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