martes, 19 de enero de 2016

Me duele e indigna la homofobia comunista

Rusia es un país homófobo. Su gobierno presidido por el nuevo zar de las Rusias, Vladimir Putin, aprueba leyes homófobas y si sus ciudadanos muy mayoritariamente los respalda, tienen tanta responsabilidad como él. Lo que no me podía imaginar es que el Partido Comunista Ruso cayera en esa misma dinámica.

En Rusia lo homosexuales no pueden salir del armario, porque si lo hacen pueden ser multados e incluso ir a la cárcel. Se puede ser gay o lesbiana, pero en el ámbito privado, porque si se reivindica en los espacios públicos se está cometiendo un delito. Lo que yo nunca pensé es que un partido comunista pudiera ir más lejos de lo que ha ido en esa materia el ultraconservador partido de Putin.

Los comunistas rusos va a proponer, se va a debatir la semana próxima en la Duma, que salir del armario sea castigado por la ley. Dos diputados del Partido Comunista, Ivan Nikitchuk y Nikolai Arefeyev, quieren multar con 58 euros a quien exprese comportamientos ajenos "a las relaciones sexuales tradicionales". El arresto para quien se declare gay estando cerca de centros educativos o culturales sería de hasta 15 días de duración. Es una aberración expresarse en esos términos.

Estos personajes opinan que gays y lesbianas son como gente "enferma y loca" y espera que su ley pare lo que considera "una estrategia de Occidente para invadir las mentes rusas, corromper a la juventud y debilitar nuestra tasa de fertilidad". Gente enferma y loca es la que piensa de esa manera. Negar el derecho a la libertad sexual es considerado delito en cualquier sociedad democrática que se precie. Da igual que se ampare bajo el fundamentalismo religioso o bajo pensamientos propios de sociedades medievales. 

Por eso me duele e indigna que un partido comunista defienda este tipo de aberraciones. Yo creía que los partido comunistas defendían los derechos y libertades plenas de las personas, entre ellas la libertad sexual. Ya veo que no. No lo se, pero no se pueden amparar en que es la iniciativa personal de dos diputados. Porque si es así o se les expulsa o se es cómplice de sus aberrantes propuestas. Del mismo modo que la ciudadanía rusa es cómplice de las leyes que promueve Putin por apoyarle.

Ser gay o lesbiana no es una enfermedad, es tan solo una elección personal de como quiere vivir cada cual su sexualidad. La enfermedad mental es pensar que es una enfermedad. Es propio de sociedades machistas como la rusa o de aquellas que manipulan la religión para perseguir al diferente, al que se sale de lo que el oficialismo religioso impone como normalidad o "relaciones sexuales tradicionales". Es simplemente un modo de represión de una mayoría retrograda hacia aquellos/as que quieren vivir su sexualidad de manera diferente al aficialismo sexual.

Y Rusia es un ejemplo de eso. Se persigue a los educadores para que abandonen su libertad sexual o se les expulsa de la docencia. Se organizan grupos para atemorizar a los gays y lesbianas mediante palizas físicas. Y desde que Putin aprobó sus leyes de represión sexual la persecución y los ataques hacia esos colectivas ha ido en aumento. En lugar de defender las libertades se legisla para perseguir al diferente. Pero lo que a mi mas me duele e indigna es que los que yo creía defensores de los derechos y libertades plenas de las personas este también en la misma trinchera que los fascistas que reprimen esa libertades. Yo como comunista defiendo lo contrario.

Salud, República y Socialismo.

2 comentarios:

Antonio Rodriguez dijo...

Maria desgraciadamente ningún régimen comunista ha sido un ejemplo de libertades sexuales. Pero por lo que yo leo, creo que, al menos en teoría, en Cuba se están dando pasos en ese sentido.
Un saludo.

Antonio Rodriguez dijo...

En lo de la represión de la homosexualidad llevas razón.

Un saludo

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