miércoles, 5 de agosto de 2015

El Partido Popular juega con las cartas marcadas

Conscientes de que pueden cosechar una nueva derrota en las próximas elecciones generales, el PP no duda en hacer trampas electorales para cambiar la imagen que los ciudadanos tienen de su gestión en estos cuatro negros años.

Por eso no dudan en meter con calzador unos Presupuestos Generales del Estado para 2016 en pleno periodo vacacional. Unos presupuestos que pueden ser legales pero que carecen de legitimidad. Porque pretenden condicionar la política económica y social de quien gane las próximas elecciones generales. Son unos presupuestos que su única virtualidad va a ser la de servir como escaparate electoral para las elecciones generales. Son en definitiva unos presupuestos que difícilmente van a poder ser aplicados tal como los apruebe el PP. con su rodillo parlamentario.

Es un acto claro de deshonestidad y deslealtad parlamentaria aprobar unos presupuestos con una mayoría parlamentaria que no van a poder contar cuando se vayan a tener que ejecutar. Porque ningún partido va a poder disfrutar de una mayoría absoluta como la que hoy tienen el PP. Por lo que no solo es deshonesto y desleal aprobar unos presupuestos en estas condiciones, si no que ademas es un ejercicio inútil.

Es deshonesto y desleal porque es posible que no sea el PP quien tenga que ejecutar la cuentas aprobadas con la mayoría parlamentaria que hoy disfruta. Es un acto que ningún gobierno anterior, de cualquier signo, haya hecho. Es un acto de soberbia y prepotencia porque presupone que serán ellos los ganadores de las próximas elecciones generales, menospreciando la capacidad intelectual de la ciudadanía a la hora de elegir a sus representantes. Son ellos o el caos lo que nos pretender decir con este tipo de imposiciones. 

Pero además, como decía, es un acto inútil porque los presupuestos que se aprueben antes de las elecciones generales no podrán ser ejecutados tal y como los apruebe el rodillo parlamentario del PP. Pierdan o ganen las elecciones generales.  Como las últimas encuestas demuestran, no habrá nueva mayoría absoluta, por tanto quien gane las elecciones tendrá que pactar con otra fuerza política si quiere acceder al gobierno de la nación y eso significa negociación y cesión de propuestas políticas y económicas. 

Si gana el PP sin mayoría absoluta tendrá que buscar apoyo de otras fuerzas políticas para poder acceder al gobierno y eso significa cesión en la cuentas del estado, por tanto los presupuestos aprobados tendrán que ser modificadas si quiere Rajoy ser de nuevo investido presidente del gobierno. Pero si son otros quienes ganan las elecciones, mucho menos les servirá lo aprobado por el PP en la actual legislatura. Esas cuentas no servirán para nada y tendrán que ser rehechas casi en su totalidad. Entonces, ¿que utilidad tiene el que el PP apruebe en estos momento unos presupuestos generales del Estado para 2016?

La única justificación y por tanto utilidad de aprobar ahora unos presupuestos, que con toda probabilidad no se van a ejecutar, es su utilización electoral y partidista de cara a las próximas elecciones generales. Utilizar el contexto de unos datos macroeconómicos minimamente favorables para hacer ciertos guiños al electorado y tratar de vender una realidad de país que solo existe en la mente de los dirigentes del PP. Aprovechar el debate presupuestario como una operación de imagen del Partido Popular y Mariano Rajoy para vendernos una recuperación económica que solo llega a una mínima parte de la población, la de los más favorecidos. Hacer guiños a una parte del electorado, los funcionarios, haciéndoles ver que los sacrificios no han sido en balde y por eso hoy el PP le quiere premiar con una subida salarial de 1%, intentando que olviden la devaluación salarial de más de un 20% que han padecido con las políticas de austeridad impuestas.

Quieren hacernos ver que gracias al esfuerzo y sacrificio realizado por la mayoría social, ahora ha sido posible bajar los impuestos y nos "amenazan", si somo buenos electoralmente, con volverlos a bajar para que de nuevo beneficien en mayor medida a los poderosos. Quieren hacernos ver la bondad de bajar los impuestos a la vez que nos dicen que no es posible mayores alegrías por falta de ingresos. Cuanto hipocresía y cuanta gente cándida que  aún piensa que con menos impuestos se puede financiar el estado del bienestar. Quieren que, con unas migajas, nos olvidemos de los muchos sacrificios impuestos, de los sacrificios que seguirán imponiendo en esos presupuestos (jubilados, parados, jóvenes, dependientes, etc.) y de paso olvidar que el PP es el partido dela corrupcion.

Ese es el objetivo utilizar los presupuestos para convencernos mejor de que la austeridad era el único camino posible para salir de la crisis y que gracias a nuestro sacrificio se esta saliendo de ella y por eso nos pueden dar un caramelo mientras no quitan el plato de comida. No nos dejemos engañar por los cantos de sirena que, como en el epopeya de Ulises, nos quieren arrastrar hasta las rocas y hundirnos en el mar de la miseria.

Salud, República y Socialismo

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