jueves, 18 de junio de 2015

Se va el caimán, se va el caimán,...

La condesa consorte dice que se va, y van,... Esperanza Aguirre quiere un congreso extraordinario para "refundar y regenerar el PP madrileño" y anuncia que se va, que no se va a presentar a la reelección.
 
Dice la lideresa que se va, pero no sabemos si se va de verdad o se va para quedarse, porque ya es la segunda vez que anuncia su retirada pero al final da marcha atrás y continua en la política activa. Aunque su retirada es como nos tiene acostumbrados, arrasando todo lo que se pone por delante. Ejercer de verso suelto es su carta de presentación y mientras Rajoy y su coro de aduladores hecha la culpa de la derrota a los medios de comunicación por airear las vergüenzas del PP, la condesa consorte pone directamente la responsabilidad de la derrota en la dirección nacional de su partido,  "el Gobierno y el PP tiene un problema de desafección” dice la lideresa. En alusión al abandono de los votantes a causa de las políticas de recortes del PP.
 
Aunque Aguirre se lo debería hacer mirar, porque si como ella dice "tienen un problema de desafección", ella tiene un doble problema. El primero por perder la mayoría absoluta y el segundo por perder la batalla interna frente a su rival Cristina Cifuentes. Una doble derrota de la que solo ella es responsable. Sus votantes la han abandonado y ella es tan responsable del deterioro del PP porque es corresponsable de las políticas de recortes aplicadas por los populares y porque durante la campaña electoral se le ha vista su verdadera cara, la de una ultraliberal a la que le importa un bledo los verdaderos problemas de los ciudadanos corrientes. Ser graciosilla y pizpireta no es suficiente para convencer a un electorado que está cansado de sufrir las políticas de su partido.
 
Pero lo más importante, para su desgracia, es que su contrincante interno, Cristina Cifuentes, le ha ganado con suma facilidad en su propio feudo. Cifuentes, a la que ella impuso lista y programa, le ha ganado con suma facilidad y eso la colocaba en una posición muy difícil ante el liderando del PP madrileño. Ella que se presentaba como la única que podía garantizar mantener el ayuntamiento de Madrid en poder del PP, fue humillada por Cifuentes. Pero ella es ese verso suelto del PP que pretende hacer de la derrota victoria, poniéndose al frente de la regeneración de su partido. Ella ahora
 
Quien fue corresponsable de la corrupción de PP, ahora pretende erigirse en adalid de su regeneración política. Quien no fue capaz de evitar la Gürtel o la Púnica, quien tiene a gran parte de sus más cercanos colaboradores en la cárcel o procesados por delitos de corrupción, es quien quiere llevar a cabo la catarsis interna. Quien está pendiente de juicio por un presunto delito de desobediencia a la autoridad es quien ahora pretende llevar la regeneración democrática y ética en el PP madrileño. Quien, con sus antecedentes, en cualquier país con un mínimo estándar democrático habría tenido que abandonar la política hace ya mucho tiempo, pretende dar ahora lecciones de  ética y honestidad. El cinismo de la lideresa no tiene limites.

Ella dice que se va. Para los madrileños y la política es una buena noticia. Pero conociéndola más suena a una retirada estratégica. Una retirada estratégica a la espera de que en la próximá cita electoral Mariano Rajoy lleve al Partido Popular al desastre final. Veremos si entonces la condesa consorte no se reivindica como la salvadora del desastre popular.

Salud, República y Socialismo.
 

1 comentario:

fany sinrimas dijo...

¡A ver si es verdad! Me extraña que se vaya. ¿Dónde va a cultivar su arrogancia y dónde dar rienda suelta a su lengua viperina?
¡Brindo por que se vaya de verdad y para siempre!
Saludos.

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