martes, 28 de abril de 2015

Es la ética, imbeciles

Somos el país donde la palabra ética es aquella que en política se utiliza para recriminar al adversario político pero para justificar al propio.  Y de esto no se libra, en mayor o menor grado, casi ningún partido político.

Pero esta claro que lo del Partido Popular es un caso aparte, porque la corrupcion es algo inherente a la mayoría de sus miembros. En ningún país con un mínino de altura democrática se sostendría en el poder un presidente del gobierno de cuyo partido, tanto la fiscalía como el juez instructor, han demostrado que se ha financiado ilegalmente durante 18 años, mantenían una caja "B", con la que pagaban sobresueldos a sus más altos dirigentes y pagaban en negro parte de la renovación de su sede central. Con estos mimbres no parece anormal que no se nos tenga en cuenta para casi nada en la UE.

La semana pasada  se han descubierto los cobros por asesorías verbales del diputado Pujalte y el embajador en Londres Federico Trillo, ambos del Partido Popular. Por tomar un cafetito dos veces al mes con sus clientes, se llevaban todos los meses 5.000 euros. Ellos aseguran que todo es legal porque tenían autorización del Congreso de los Diputados. El diputado Pujalte llega a decir que "no es ético pero es legal".

Cuando un político hace algo que no es ético políticamente lo que debe hacer es dimitir como representante público. Porque la ética debe ser el más alto valor que un político debe defender. Sin ética la política se convierte en un mercado donde los representantes públicos se compran y se vende, al mejor postor. En definitiva en una cueva de ladrones. Y para corregir este problema el PP en lugar de exigir mayor control y mayor rigidez en las incompatibilidades, la solución que da es la contraria, mayor flexibilidad para que diputados y senadores puedan compatibilizar su tarea política con la actividad privada, aún a sabiendas que estos cobran por dedicación exclusiva.

Pero como decía al principio la falta de ética no es un problema solo de los político del P.P. Estamos demasiado acostumbrados en este país a ver como los políticos ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el suyo. Y es que en este país se tienen la mala costumbre de poner unos listones muy altos cuando se discute de la ética y de las corruptelas de los políticos. Pero el problema es que cuando se ponen esos listones tan altos, todos han de ser capaces de poder saltarlos y si no, es mejor no  ponerlos para no quedar en evidencia.

Por poner solo unos ejemplos de incoherencia. El PSOE, que no es precisamente un ejemplo en comportamientos éticos, exige dimisiones al PP y sus gobiernos en cuanto pillan a alguno de ellos en un renuncio, posiblemente con razón, pero en el caso de los ERE's miran hacia otro lado. Seguramente ni Griñan ni Chaves tengan responsabilidad penal en este asunto, pero tienen responsabilidad política por no haber impedido el fraude o no haberse dado cuenta de lo que sus subordinados estaban haciendo. Por mucho menos en la UE se dimite.

Otros llegan a la política exigiendo mucho pero dando muy poco ejemplo. En este caso está Monedero de Podemos. Monedero tampoco ha hecho nada ilegal, pero ha cometido un grave error ético. Porque pretender justificar unos ingresos personales a través de una sociedad para pagar menos a Haciendo, será legal pero no es ético. Eso que Monedero critica a los políticos de la casta es lo que él ha hecho y por tanto si se exige responsabilidad política a los demás, el debería habérsela aplicado el primero.

Y para que no se diga que barro para casa, un par de ejemplos de IU. Una que ya no está en IU, Tania Sánchez, esta acusada de prevaricación. Yo estoy convencido de que no ha cometido delito alguno, pero tienen un problema ético, no haberse ausentado de una Junta de Gobierno en la que se votaba un asunto en el que había intereses familiares de por medio. Otro ejemplo, los de Gregorio Gordo y Ángel Pérez ambos con responsabilidades políticas en el caso de las tarjetas black de Caja Madrid y los dos se niegan a asumirlas , mientras a los contrarios políticos se les exige por cuestiones similares.

La ética en política es como la mujer del Cesar no solo hay que serlo sino que además hay que parecerlo. No valen ni dobles varas de medir ni dobles raseros. Evidentemente yo del PP tengo claro que no va a hacer esfuerzo alguno para luchar contra la falta de ética y la corrupcion institucional, pero sería deseable que el resto de las fuerzas políticas hicieran de la ética y la lucha contra la corrupción, una bandera. Porque una política sin ética es la antesala de la corrupcion y la corrupcion es el cáncer que mata la política.

Salud, República y Socialismo.

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